Tuesday, November 28, 2006

Otro

Quisiera darles otro de mis cuentos, lo voy a escribir ahora, sin pensarlo más, lleva ya mucho tiempo en mi cabeza, así que no esperen mucho, es la primera vez que sale de ella.

El mal gusto

Vivía en San Ángel, en una ex-hacienda, agradable, un gran jardín que se coloreaba de los tonos más importantes de cada estación. Tenía un garage para seis coches, y solo ocupaba dos. Vivía solo en esa gran casa, el arquitecto tenía un gusto exquisito, y el jardinero debió de ser un gran artista para decorar de tal forma tan extravagante, sin perderse del contexto de una ex-hacienda.

Llegaba a su casa, después de ir a la oficina, y no trabajaba. Era un "junior new rich", de esos que son tan despreciados a veces. Por lo que realmente su cultura y su buen gusto se veían reflejados en el interior de la casa, tristes y poco cultivado.

Hay que hablar más del interior de tan bella casa.
Se había sentido grande y generoso al apoyar a un artista naciente, amigo suyo de la preparatoria, y le compraba cada una de sus espantosas obras. Tenía una combinación interna de minimalismo oriental en la sala, con sillones contrastantes en tonos irritantes para la vista. Pero eran caros. Por ello los compró.
El comedor era de buena madera, pero de un diseño extraño que provocaba que todos evitasen la invitación a comer o cenar. La cocina tenía un intento de estilo retro de los 60's, pero tenía unos acabados hermosos, que no eran de su elección, sino propios de la casa. Además conservaba los mosaicos antiguos originales. En fin... creo que se entiende el punto. Lo peor es que se llamaba a sí mismo y a su decoración ecléctica y extravagante.
Lector: imagina las peores de decoraciones que hayas visto (para abreviar esta lectura), de recámaras, baños, cocinas, salas, etc., juntas. ¿Ya? De acuerdo, entenderás porqué.

Entró a su casa como de costumbre y dejó su saco en el perchero chiapaneco, el portafolios en el sillón chino. Recibió un golpe en la cabeza y cayó inconsciente.
Despertó dos días después en un hospital, le decía su padre que habían extraído todas las posesiones de su casa, menos artículos de uso personal, un par de prendas que le habían sido obsequiadas, su colchón, un Monet y un Picasso. Lo que era ya parte de la casa permaneció, la televisión, el dvd, se habían ido también la mayoría de las películas, quedaban las que le habían obsequiado. Habían robado las copas, el licor no. El ron no, tranquilo Sparrow.

Cuando llegó a su casa, notó que todo lo que él había comprado y escogido había sido robado. Al recostarse sobre su colchón sin sábanas encontró una nota que decía:
Gracias.

Atte. El ladrón de mal gusto.

Sus amigos solo pensaron en su condición, y uno de ellos, yo, imaginó qué sería si existiese un terrorista de mal gusto. Y a la fecha me pregunto ¿por qué firmó así?¿se sabía de mal gusto?¿a dónde va todo lo robado de mal gusto, se recicla?

Nota del "blogero": La filosofía de esto, es que la cultura y el buen gusto no vienene del dinero, sino del cultivo del alma y el arte en nosotros.

1 comment:

Anonymous said...

Santiaguito:
Vaya que tu historia me hace pensar, sobre todo en... "de cual habrá estado fumando mi primo antes de escribir esto?" y en segundo luegar "donde la habrá conseguido?" jajaja, no se crea mi Santiaguito, siga asi, me gusto la historia y tiene un estilo original.
TQ.
Tu Primo.
Pedro