Wednesday, December 06, 2006

Sartré

Los padres de Sartre fueron Jean-Baptiste Sartre, un oficial naval, y Anne-Marie Schweitzer, prima de Albert Schweitzer. Su padre murió de fiebre cuando él tenía 15 meses de nacido, y Anne-Marie lo crió con ayuda de su abuelo, Charles Schweitzer, quien enseñaría matemáticas a Jean-Paul y le introduciría desde muy joven a la literatura clásica.

La filosofía le atrajo desde su adolescencia en los años 20, cuando leyó Essai sur les données immédiates de la conscience, de Henri Bergson. Estudió en París en la elitista École Normale Supérieure, donde conoció en 1929 a Simone de Beauvoir y a Raymond Aron. Sartre y de Beauvoir se volvieron compañeros inseparables durante el resto de la vida de Sartre, en una relación no-monógama. Juntos combatieron las suposiciones y expectativas de la formación burguesa. El conflicto entre la opresiva y destructiva conformidad espiritual (mala fe) y un «auténtico» estado de existencia, se convirtió en el tema central del trabajo de Sartre, un tema desarrollado en su principal trabajo filosófico El ser y la nada (1944).

La introducción más conocida a la filosofía de Sartre es su trabajo El existencialismo es un humanismo (1946). En este trabajo, Sartre defiende el existencialismo de sus críticos, que al final requieren la falsificación de sus ideas.

Se graduó de la École Normale Supérieure en 1929 con un doctorado en filosofía y sirvió como conscripto en el Ejército Francés de 1929 a 1931.

En 1964, rehusó el Premio Nobel de Literatura.

Su vida se caracterizó por una actitud militante de la filosofía, se solidarizó con los más importantes acontecimientos de su época como el Mayo Francés, la Revolución Cultural China —en su etapa de acercamiento a los maoístas, al final de su vida— y con la Revolución Cubana. Es el paradigma del intelectual comprometido del siglo XX.

Sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse de París. A su funeral asistieron unas 50.000 personas.

Dato curioso: Sartré se arrepintió de todo lo que deprimente que dijo sobre la vida, justo al final de ella. Lo dejo como curioso, para que piensen en que tanto caso hay que hacerle...

5 comments:

Anonymous said...

En tal caso hay que hacerle caso en todo.

Anonymous said...

Hay que pronunciar Sartre como sugiere un profesor mío español: 'Sarx'.

Además: la obra mejor de Sarx (y quizá la mejor escrita) es, irónicamente, El hijo del Trueno, una pastorela navideña. La acaba de publicar en España Voz de Papel, creo que se llama la editorial. La venden en el Fondo.

Y lo mejor del E es un H son las burlas del final, orales, a los críticos.

Anonymous said...

La pastorela de Sartre estaba siendo puesta en esena en la UNAM. Para que investiguen y vayan a verla.

De-Scartes said...

no me chingues, Sartre es de otro nivel, no puedes juzgarlo como poco serio por un momento de "arrepentimiento" al final de su vida; además no era tan deprimente, lo que pasa es que era especial.
su mejor obra es sin duda "La Náusea", nada de pastorelillas cursis y babosas, nuestra sociedad anal nos impone el deseo de vómito y desgracia.

Anonymous said...

Ok.

¿Qué significa exactamente ser "especial"?