Friday, September 14, 2007

Mudanzas

Ha decir verdad, solamente me he mudado una vez y era un imberbe cuando aquello sucedió. Pero recuerdo bien el proceso.
Hablando de cosas que dejamos y encontramos al mudarnos he de decir que en la casa en la que ahora vivo encontramos dos ratas muertas debajo de la parrilla del pequeño patio. Pero no abajo en el suelo, ¡No, ojalá! Estaban en la parrilla, en el carbón. Sigo sin explicarme quien las mató o si los antiguos dueños se divertían asesinando ratas los domingos familiares, en vez de ver el futból. ¡Por Dios!
Lo que dejé en el departamente de Culiacán (esquina con Quintana Roo, en la Condesa) fueron varias cosas. Yo tenía un pequeño escondite, bajo un par de tablas en el suelo que mi cama safó, donde guardaba mis cosas favoritas que cupieran. Ya saben: la canica más increíble y asombrosa que conseguiste; la estampa (de algún superhéroe o de las Pato Aventuras Whoo-oo)que te vino en Dios sabe que producto; un yoyo de Chabelo; una tarjeta de Navidad que me dio mi madrina junto con el regalo (Lector: conmuévase); algún holograma de los álbumes "Panini" (Yeah, eran lo mejor) y creo que un hieloco o un tazo. Como yo era pequeño sabía bien qué guardaba pero mi madre fue la responsable de la mudanza y lo olvidó... Requiéscat in Pace.
Cumplido he.

1 comment:

Juan Manuel Escamilla said...

Ratas muertas. En una de esas eran unos perversos necrófilos-zóofilos.