Mégico Máxico

¡Qué país! El país donde un alto no es un alto si tienes prisa y un alto queda a criterio del conductor. Donde las intermitentes de los coches no son solamente para hacer una señal de precacuión sino para pararte en una calle y por poner la intermitentes -según dice la creencia- se tienen hasta 10 minutitos para estar ahí. Donde los carriles no están determinados por el ancho de la calle, sino por el número de líneas pintadas en la misma. Donde los sentidos contrarios se valen si tienes prisa y estás harto. Donde las vías rápidas son más lentas que las callecitas. Donde los signos que prohiben estacionarse no valen si estás más cerca del lugar al que quieres llegar y te da flojera caminar. Donde las direccionales indican al conductor que está atrás y hacia un lado que acelere y no que dé el paso, en vez de señalar que quieres cambiarte de carril. Donde los polis te dejan dar vueltas prohibidas si los saludas cordialmente. Donde el paso peatonal no cuenta. Donde los peatones no cruzan por el paso peatonal. Donde la luz amarilla del semáforo indica "acelerar" y no "frenar por precaución". Donde las paradas de los peceros están a lo largo de la calle en cualquier punto y las paradas puestas por el gobierno solamente sirven porque tienen asientos y es más cómodo. Donde la gente se comporta si sabe que, en una de esas, el poli los puede perseguir. Y dónde muchas cosas razonablemente irracionales pasan y sólo nosotros entendemos.
Mégico máxico, Mégico tráxico.